¡Hola a todos! hoy quería traer un post especial para todos ustedes, espero que lo disfruten y puedan caminar en ello como yo estoy tratando de hacerlo.
Una voz se hace escuchar en medio de la noche y dice: “¡Viene el Esposo! Preparen sus lámparas para guiarlo hasta la novia que lo está esperando.”
En esta historia, encontramos 4 personajes principales. Si, principales y sumamente importantes.
-El que avisa que viene el Esposo (Espíritu Santo)
-El Esposo (Cristo, Jesús)
-Quienes guían los pasos del Esposo (Nosotros)
-Y finalmente, la Novia (La iglesia)
Es emocionante saber que nosotros estamos en medio de toda esta relación y somos partícipes de algo tan importante desde el inicio de los tiempos. Y por no decir que tenemos la mejor misión, que es que el tan ansiado Esposo se encuentre con su amada Novia.
Cuando hablamos de Maranatha (Cristo viene pronto) es algo más que una simple frase, lleva algo más profundo, algo más grande. Estamos hablando de un estilo de vida donde nuestro clamor día y noche sea ¡Dios, deseamos que vengas!, ¡Padre, necesitamos verte!, ¡te extrañamos!, ¡Trae tu reino a la tierra, trae tu reino a nuestras vidas!. Maranatha es un llamado a moverte y salir de tu comodidad para esparcir el mensaje de que Él está cerca.
El Espíritu nos llama a estar preparado – Preparen sus lámparas – en este tiempo y preparar a los demás para su venida. Lucas 12:35-37 lo dice claramente: “sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas…”, “Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando.”
Estamos en un tiempo donde se hace sentir el movimiento global día y noche adorando e intercediendo 24/7 a nuestro Padre, que a su vez es una promesa que estamos viendo cumplirse cada día que pasa en Malaquías 1:11 que dice: “Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones, y en TODO LUGAR se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia…” Hablamos de que en todas partes del mundo están clamando a una sola voz ¡Abba, Padre! ¡Ven Jesús! ¡Maranatha! Día tras día, hora, tras hora incansablemente.
Viene un día en donde el Señor va a levantar tanto incienso para cambiar la atmósfera espiritual para preparar el ambiente global, Jesucristo regrese y su gloria se pueda manifestar.
¿Sabían que el incienso son las oraciones incesantes de los Hijos de Dios? Lo podemos ver en Apocalipsis 5:8 donde dice, “…Todos tenían arpas, y copas de oros llenas del incienso, que son las oraciones de los Santos.”
Necesitamos ver cumplida la promesa de Malaquías 1:11, esta adoración e intercesión que desata movimientos espirituales para que se llenen las copas de Apocalipsis 5:8 y Cristo pueda volver en gloria.
Hay muchísimas cosas por decir y aclarar sobre este tema, pero está más o menos plasmado lo que Dios quiere trasmitir y decir en este tiempo y quería hacerlos partícipes de todo lo que se está viviendo.
Por último, quería dejarles este versículo: Apocalipsis 22:17 “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”
El Espíritu Santo está haciendo énfasis en declarar ¡Ven Jesús! ¡Ven, te anhelamos! Y es un llamado a gritarlo y expresarlo desde adentro hacia afuera a todo el mundo, y los demás lo verán y dirán ¡Maranatha! ¡El Esposo viene!
Debemos levantar cánticos que nos despierten a nosotros mismos, pero que al mismo tiempo tengan el poder de despertar a quienes nos rodean.
Dios está preparado y listo para levantar un mover de adoración día y noche en todas las naciones de la tierra y CADA UNO DE NOSOTROS SOMOS PARTE DE ESTO.
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